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18 febrero, 2010

Historia de vida de doña PASCUALA VÁZQUEZ

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PASCUALA VAZQUEZ

PASCUALA VÁZQUEZ

En el duro clima de MIsiones, Argentina, lindante con la República del Paraguay y los Estados Federativos del Brasil, muchas familias,  ya sean oriundas de la zona o, que provinieren de la corriente inmigratoria, buscaban sustento y supervivencia haciendo las tareas más pesadas que  requerían los trabajos de la tala de madera en los montes. Así,  también,  en las ocupaciones derivadas del mismo: transporte, aserraje, jangadas, etc.

Aqui podrá ver un pequeño video en donde ella misma saluda.

[Youtube=http://www.youtube.com/watch?v=Hy3olllrZCY]

Entre los años 1880-1890, por un lado, Don Amelio Verdún, argentino, y Eulalia Váquez, paraguaya, tuvieron un hijo, Antero Vázquez. Y por otro lado, Doña Gregoria  Chereip, correntina,  y Dionicio Ramírez, correntino, recibieron a Ramona Ramírez.

El destino  unió a Ramona Ramírez y Antero Vázquez. Ambos, bajo la tutela de sus padres, quienes buscando fuentes de trabajo recorrían la geografía misionera.

Ramona y Antero decidieron vivir juntos apechugando la cruda realidad de tener que vivir con los magros sueldos que provenían de los trabajos de lidiar con el hacha y  el machete por la selva misionera.

Don Antero Vazquez sabía leer y escribir. Eso le permitió ser  capataz de cuadrilla de jangaderos o, a veces,  también, capataz de cuadrilla de hacheros. En algún tiempo, trabajó con la cuadrilla  que transportaba sobre mulas las mercaderías para el personal en el monte  y, a sus familiares en la parte poblada. En ese tiempo, volvía a su casa después de tres o cuatro meses, ya preocupado por su familia. Las mercaderías las traían del Brasil y no existían, en ese tiempo, los medios de comunicación modernos: ni  camiones, camionetas,  tractores, ómnibus,teléfono, celulares, email. Chats, etc.

Doña Ramona Ramírez no sabía leer ni escribir pero con valentía y coraje se encargaba de administrar el hogar y para que nada faltara, dentro de las posibilidades existentes en aquel entonces, a la familia.

Ambos tuvieron juntos ocho (8) hijos:

PASCUALA, VICTOR, RAMONA,  NICOLÁS,  JACINTO, PLÁCIDA  y las  mellizas SALVADORA Y LIBRADA.

Pascuala Vázquez nació el 17 de mayo de 1932 en Puerto Gisela, Misiones, Argentina.  Allí creció  junto a sus padres y cuando le llegó la edad escolar asistió un tiempo a clases, pero, la distancia y el peligro que existía en aquel entonces y en ese lugar, hizo que abandonara la escuela. Ella no sabe leer ni escribir, pero se amañó para desenvolverse en la vida.

Junto a sus padres y  hermanitos subía  a los barcos para irse de mudanza a otros lugares donde el horizonte laboral  era más prometedor. Así se fueron de Puerto Gisela  (hoy Polanas) a Posadas. De vuelta a Gisela.Luego, se fueron a vivir a Eldorado. De ahí se volvieron a Gisela nuevamente y por último llegaron a radicarse en Colonia Lanusse donde,  en el año 1941 y,  a los 46 años,  fallece don Antero Vázquez.

Muchas veces, comenta doña Pascuala, cuando su padre trabajaba cerca, él prefería que se le acercara la comida a su trabajo y, quién era la encargada de acercarle la “matula” (comida), era Doña Pascuala. Ella tenía un deseo ferviente de que eso sucediera todos los días porque era un juego irse por los caminos y picadas con la comida,  fuertemente custodiada por su fiel compañero, su perro “Tigre”.

Doña Ramona Ramírez quedó viuda con la carga de varios hijos chicos y tuvo que trabajar como lavandera para los obreros del aserradero que funcionaba en Lanusse.

Pasado un tiempo, Doña Ramona Ramírez se volvió a casar con don Ruperto Diaz quien era encargado de la carrería de la empresa. Cuando Pascuala ya tenía 12 (doce) años, un día fue a lavar ropa al arroyo con su madre embarazada, quien resbaló y cayó bruscamente, produciéndole unos dolores muy fuertes. El golpe de la caída apuró el parto y complicó mucho la situación. Si bien pronto fue asistida por la partera no fue posible salvarla a ella ni al BB.

Almuerzo familiar por 77 años de Pascuala

Almuerzo familiar por 77 años de Pascuala

Pascuala Vázquez, huérfana de padre y de madre, ya adolescente, empezó a trabajar como empleada cama adentro en casas de familia de buen pasar. Ella, a pesar de que la situación la obligaba a vivir en casa de extraños, no dejaba de preocuparse por sus hermanitos que fueron dispersándose en las casas de los parientes.

Festejo de los 77 años de Pascuala.

Festejo de los 77 años de Pascuala.

El dolor y la angustia de la orfandad marcó a fuego a Pascuala. Desde muy pequeña aprendió de sus padres a ser creyente en Dios y en la Virgen María. Sus oraciones fervorosas eran para pedir y agradecer a Dios por las cosas para ella, sus hermanos y cuantos necesitados pudieran recibir las bendiciones divinas.

Pascuala Väzquez no sabe leer ni escribir pero, desde muy pequeña  aprendió el idioma español, el guaraní y el portugués. Con ello,  su carácter tranquilo y su voluntad siempre dispuesta, supo atravesar la etapa más difícil de la adolescencia.

Una señora, Ermogenia Ayres, dueña de un comedor en Deseado, Misiones, la vino a buscar para trabajar con ella como ayudante. Allí ya su juventud y belleza afloraban con tanta fuerza que no se podía tapar ni esconder de las miradas de los jóvenes. Su cabellera larga, tez trigueña y sus delicadas facciones ganaron espacio en el corazón de uno de los hijos de doña Ermogenia Ayres y don Dorival Lemes. A pesar de la prohibición de doña Ermognia a su hijo Eleuterio de acercarse a Pascuala, la astucia juvenil y varonil hicieron lo contrario y terminaron juntándose al poco tiempo.

En ese entonces,  estando aún en el servicio militar don Eleuterio Lemes ya estaba unidos de corazón con doña Pascuala Vázquez  y, Dios mediante, fue por muchos años.

Juntos tuvieron 12 (doce) hijos:

Primero un BB fallecido antes de nacer, después vinieron RAMONA, MARIA NINFA, RUMILDA, CATALINA DE JESÚS, BLANCA GERÓNIMA,  DORIVAL, ANTONIA, NILDA ANGELICA (fallecida con 3 años), JORGE OSCAR, PABLO DAVID  y MARIO RAMÓN.

En los primeros tiempos vivieron con el fruto del trabajo de don Eleuterio realizando  tareas en distintos lugares. Tareas rurales, olería, aserraderos, chofer, como agente de policía, empleado de comercio ,  changarín y sereno de comercio. Fueron mudándose a distintos lugares según el trabajo. Don Eleuterio Lemes muere  a los 72 años en San Antonio, Misiones el 20 de noviembre del 2001 de un infarto cardiaco.

Doña PASCUALA VÁZQUEZ, quedó viuda después de 54 años de convivencia. Don Eleuterio y sus hijos era su mundo. ¡Tantos años juntos y la muerte los separó!. Ella quedó rodeada del cariño de sus hijos, yernos, nietos,bisnietos, amigos y parientes.

Doña Pascuala, cada tanto, recorre la casa de sus hijos radicados en Mar del Plata (Bs AS), San Antonio (mnes.), Puerto Iguazú (mnes.) y Puerto Rico (mnes.). Con su carácter tranquila y apaciguada, siempre es querida en todas partes. Logró que sus hijos, ante una enfermedad suya, se juntaran para hacer fuerza común y trasladarla a Mar del Plata para un tratamiento oncológico. Todos, desde distintas latitudes, estaban pendientes de su recuperación, cosa que, felizmente, sucedió.

Como bendición del cielo ella está otra vez muy bien de salud y donde va trata de colaborar con las tareas de la casa, especialmente cosiendo ropas y medias.

Según ella, es para “pagar la comida” que gastan sus hijos por tenerla en su casa.

Ella no pudo obtener la pensión por viudez, pero,  sí pudo cobrar durante un tiempo la pensión de  Ama de Casa  y por último  con 5 (cinco) años de aporte jubilatorio obtuvo el beneficio que le brinda una entrada económica mensual y la valiosa obra social.

Sus hijos de Mar del Plata, los que viven más lejos,  le compraron un celular a través del cual,  todos los días, la saludan y se interesan por su bienestae y salud. El aparato donde va lo  lleva junto. No se separa de ello. Siempre está atenta a los llamados de sus hijos.

Cada noche antes de dormir, ceremonialmente,  saluda a cada uno de los integrantes de la casa donde se encuentra, con una oración a Dios  y deseos del buen sueño y de buena salud.

Sus hijos ruegan por su larga vida dando gracias a Dios por tenerla viva,

Doña Pascuala Vázquez fue, es y será recordada por sus hijos, parientes y amigos como un ser especial, mereciendo el respeto y el cariño de todos.

Fuente de datos: Testimonio oral de doña Pascuala Vázquez

AUTOR:

MARCELINO RUIZ

18 de Febrero e 2010

Puerto Rico, Misiones, Argentina

2 comentarios »

  1. ¡Qué bella historia, Marcelino!
    Me encantó, es hora que saquemos a la luz tantas historias sencillas, anónimas y aleccionadoras

    Comentarios por Leonor — 17 marzo, 2010 @ 20:59 | Responder

    • Gracias Leonor, Es una gran satisfacción recibir alientos para seguir produciendo, en verdad, más que produciendo es sacando a la luz historias de vida de personas entrañables que silenciosamente y anónimamente tejen con su accionar cotidiano nuestra realidad social. Un abrazo. Marcelino

      Comentarios por la calandria — 18 marzo, 2010 @ 8:27 | Responder


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